En el arte y la cultura existen dos creaciones que a
mi parecer son las más completas, como en los diferentes deportes por ejemplo, la
natación se ejercita todo o casi todo el cuerpo, así lo veo yo con el cine y el
teatro, son artes muy completas en donde se puede integrar la danza, música,
fotografía, etcétera, todo esto crea un conjunto que lleva al espectador a
vivir lo inimaginable. En cuanto a actuación se refiere el teatro ha influenciado
en demasía al cine.
Teniendo ya la idea de las bases del cine y el teatro
(Se crea la base…, Nace el Séptimo Arte), se puede inferir que la actuación es
diferente para las dos áreas. No es lo mismo actuar frente a un lente, con
cortos, un micrófono casi en la cabeza, que frente a público, de corrido, y
demás.
La llegada del Cine como tal, cambio el mundo del
entretenimiento por completo. Los artistas que lo fueron creando, se nutrieron
de todas las artes ya existentes, y entre estas esta por supuesto, el teatro.
Incluso se puede decir que las primeras películas elaboradas, eran
prácticamente un espectáculo de teatro grabado para que pudiese perdurar... una
película, no obstante, no dejaba de ser
completamente basado en la formas de actuación teatral, desde el maquillaje
hasta los rasgos escénicos.
Georges Méliès, el padre de los efectos especiales, y
su equipo de trabajo sentaron las bases del cine de ficción; en ese
tiempo Méliès dispuso de la actuación de actores teatrales. Sin embargo este
nuevo arte, cada vez fue evolucionando y requiriendo nuevas técnicas de
actuación, como por ejemplo, en el teatro era necesario el uso de maquillaje
extremo, exageración de rasgos y movimientos, uso de la voz en tono
suficientemente alto para que todo espectador pudiese apreciar el espectáculo.
Situaciones que en el cine ya no son precisamente requeridas. El cine se fue
convirtiendo más real, la actuación se torna más simple y como ya se mencionó
no es necesario exagerar ya que la cámara notará cada gramo de exceso. No
obstante, en ambas disciplinas la transmisión de emociones debe ser igual de
potente, con esto nos referimos a que el actor debe manejar los sentimientos
como mejor lo requiera la escena, y el público en general debe ser capaz de
recibir lo que el actor desea transmitir, por lo tanto, lo que es indudable es
que toda actuación busca transmitir sentimientos y emociones al público, ya sea
en vivo o a través de una pantalla.
Anthony James Barr, autor del libro “Acting for the
Camera” menciona que sobre el escenario
debes dar una actuación y frente a la cámara es mejor que tengas una
experiencia. No obstante, la finalidad como ya bien se ha mencionado, es transmitir
al público el sentimiento y/o emoción que se desea, por lo tanto en ambas situaciones
tener una experiencia de inspiración siempre será de ayuda para que el actor
generé sentimiento orgánico y la transmisión de esté será de mejor calidad.
Konstantin Stanislavski, creador del método Stanislavski,
a finales del siglo XIX comenzó a experimentar con la organicidad en los
actores (manejo de sentimientos orgánicos), el cual fue el fundamento del naturalismo
teatral.
La actuación orgánica, es aquella que a la hora de
actuar se generan sentimientos reales, es decir, el actor no finge que esta
triste o feliz (por dar un ejemplo), si no que mediante un previo entrenamiento
y base a experiencias o algo que le permita generar sentimientos y emociones
reales, adapta y maneja dichos sentimientos a lo que la escena requiera.
Sin embargo, esta tendencia en el siglo XX, se vio rechazada
por algunos creadores de la época, por ejemplo, Lev Kuleshov, pionero del cine soviético,
opto por una cuestión de construcción y síntesis, dejo completamente de lado lo realista,
optando por lo excéntrico. La precisión psicológica del gesto era vital.
Esta corriente, abrió una nueva forma de hacer cine y
de alguna forma se retoman muchas características teatrales. A pesar de que la
actuación orgánica es una forma muy interesante y útil tanto para el teatro
como para el cine, la existencia de diferentes formas como el excentricismo, permiten diversidad y es una de las razones
por la cual el teatro y el cine no se quedaron en ser una moda, por el
contrario evolucionan día con día y se crean nuevas formas de hacerlo y
presentarlo, lo que permite que no caiga en el aburrimiento y constantemente
crezca el interés de las personas.
En síntesis el teatro y el cine, siempre serán como
hermanos, dando y regresando, y a pesar de las similitudes y diferencias,
siempre tendrán un cometido en común… contar una historia.
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