domingo, 16 de junio de 2013

Los Hermanos

 
En el arte y la cultura existen dos creaciones que a mi parecer son las más completas, como en los diferentes deportes por ejemplo, la natación se ejercita todo o casi todo el cuerpo, así lo veo yo con el cine y el teatro, son artes muy completas en donde se puede integrar la danza, música, fotografía, etcétera, todo esto crea un conjunto que lleva al espectador a vivir lo inimaginable. En cuanto a actuación se refiere el teatro ha influenciado en demasía al cine.

 

Teniendo ya la idea de las bases del cine y el teatro (Se crea la base…, Nace el Séptimo Arte), se puede inferir que la actuación es diferente para las dos áreas. No es lo mismo actuar frente a un lente, con cortos, un micrófono casi en la cabeza, que frente a público, de corrido, y demás.

La llegada del Cine como tal, cambio el mundo del entretenimiento por completo. Los artistas que lo fueron creando, se nutrieron de todas las artes ya existentes, y entre estas esta por supuesto, el teatro. Incluso se puede decir que las primeras películas elaboradas, eran prácticamente un espectáculo de teatro grabado para que pudiese perdurar... una película,  no obstante, no dejaba de ser completamente basado en la formas de actuación teatral, desde el maquillaje hasta los rasgos escénicos.

Georges Méliès, el padre de los efectos especiales, y su equipo de trabajo sentaron las bases del cine de  ficción; en ese tiempo Méliès dispuso de la actuación de actores teatrales. Sin embargo este nuevo arte, cada vez fue evolucionando y requiriendo nuevas técnicas de actuación, como por ejemplo, en el teatro era necesario el uso de maquillaje extremo, exageración de rasgos y movimientos, uso de la voz en tono suficientemente alto para que todo espectador pudiese apreciar el espectáculo. Situaciones que en el cine ya no son precisamente requeridas. El cine se fue convirtiendo más real, la actuación se torna más simple y como ya se mencionó no es necesario exagerar ya que la cámara notará cada gramo de exceso. No obstante, en ambas disciplinas la transmisión de emociones debe ser igual de potente, con esto nos referimos a que el actor debe manejar los sentimientos como mejor lo requiera la escena, y el público en general debe ser capaz de recibir lo que el actor desea transmitir, por lo tanto, lo que es indudable es que toda actuación busca transmitir sentimientos y emociones al público, ya sea en vivo o a través de una pantalla.

Anthony James Barr, autor del libro “Acting for the Camera”  menciona que sobre el escenario debes dar una actuación y frente a la cámara es mejor que tengas una experiencia. No obstante, la finalidad como ya bien se ha mencionado, es transmitir al público el sentimiento y/o emoción que se desea, por lo tanto en ambas situaciones tener una experiencia de inspiración siempre será de ayuda para que el actor generé sentimiento orgánico y la transmisión de esté será de mejor calidad.


Konstantin Stanislavski, creador del método Stanislavski, a finales del siglo XIX comenzó a experimentar con la organicidad en los actores (manejo de sentimientos orgánicos), el cual fue el fundamento del naturalismo teatral.



La actuación orgánica, es aquella que a la hora de actuar se generan sentimientos reales, es decir, el actor no finge que esta triste o feliz (por dar un ejemplo), si no que mediante un previo entrenamiento y base a experiencias o algo que le permita generar sentimientos y emociones reales, adapta y maneja dichos sentimientos a lo que la escena requiera.


Sin embargo, esta tendencia en el siglo XX, se vio rechazada por algunos creadores de la época, por ejemplo, Lev Kuleshov, pionero del cine soviético, opto por una cuestión de construcción y síntesis,  dejo completamente de lado lo realista, optando por lo excéntrico. La precisión psicológica del gesto era vital.
 

Charles Chaplin, fue el modelo perfecto de tal excentricidad cinematográfica.
 
 




Esta corriente, abrió una nueva forma de hacer cine y de alguna forma se retoman muchas características teatrales. A pesar de que la actuación orgánica es una forma muy interesante y útil tanto para el teatro como para el cine, la existencia de diferentes formas como el excentricismo,  permiten diversidad y es una de las razones por la cual el teatro y el cine no se quedaron en ser una moda, por el contrario evolucionan día con día y se crean nuevas formas de hacerlo y presentarlo, lo que permite que no caiga en el aburrimiento y constantemente crezca el interés de las personas.

En síntesis el teatro y el cine, siempre serán como hermanos, dando y regresando, y a pesar de las similitudes y diferencias, siempre tendrán un cometido en común… contar una historia.

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